Con motivo del Ottawa Wine & Food Festival este fin de semana me tocó de nuevo visitar Ottawa, la capital de Canadá.
Ottawa es la capital desde el año 1857, los canadienses no se decidían entre las dos grandes ciudades de Toronto y Montreal y, dada la rivalidad entre ingleses y franceses, eligieron Ottawa, a mitad de camino. Una ciudad que, aunque tiene fama de aburrida, a mi me parece de lo más acogedora. El Ottawa Wine & Food Festival es uno de los acontecimientos del año y, entre profesionales del sector, los Ottawans se ponen sus 'mejores galas', de traje y corbata los chicos y con sus vestidos más cortos y apretados las chicas... muy monos al principio del día, a final de la noche es otra cosa.
Ottawa es la capital desde el año 1857, los canadienses no se decidían entre las dos grandes ciudades de Toronto y Montreal y, dada la rivalidad entre ingleses y franceses, eligieron Ottawa, a mitad de camino. Una ciudad que, aunque tiene fama de aburrida, a mi me parece de lo más acogedora. El Ottawa Wine & Food Festival es uno de los acontecimientos del año y, entre profesionales del sector, los Ottawans se ponen sus 'mejores galas', de traje y corbata los chicos y con sus vestidos más cortos y apretados las chicas... muy monos al principio del día, a final de la noche es otra cosa.
Ottawa está a 352 km. al norte de Toronto y, para ahorrarse las 4 horas y media en coche, la manera más cómoda de llegar es desde el aeropuerto de la isla de Toronto, Toronto City Centre Airport, con la aerolínea Porter, dónde se puede disfrutar además de desayuno gratis con unas galletas riquísimas (llevaba un año esperando volver a ese aeropuerto solo por ellas) y unas vistas de la ciudad de Toronto al despegar o aterrizar impresionantes, sobre todo de noche. El vuelo dura menos de una hora, ni te enteras.
La ciudad no es muy grande y, en un par de horas, es muy fácil situarse. Está a orillas del río Ottawa en el borde de las provincias de Ontario y la francófona Quebec, aunque en Ottawa el idioma más utilizado sigue siendo el inglés, las señales y carteles informativos están ya en ambos idiomas.
La zona más visitada es Parliament Hill, donde se encuentran los edificios del Parlamento de Canadá y, de junio a agosto, se puede ver el cambio de guardia.
Al lado del Parliament Hill está el Fairmont Château Laurier Hotel, los hoteles Fairmont se encuentran en los enclaves más destacados de Canadá, como en Québec City o Banff en las Montañas Rocosas, y están inspirados en castillos franceses. Entre Parliament Hill y el Fairmont Château empieza el canal Rideau, construido a mediados del siglo XIX y que en invierno se convierte en pista de hielo.
No muy lejos de Parliament Hill están la National Gallery con la Mamam, una araña gigante como la del Guggenheim, y la Iglesia de Notre Dame, cuyo interior me encanta. Bordeando el museo por el parque se llega hasta Nepean Point, con buenas vistas del río y Parliament Hill.
Araña 'Maman' y National Gallery de Ottawa |
Catedral de Nôtre-Dame |
Interior de la Catedral de Nôtre-Dame |
Vistas desde Nepean Point |
En la otra orilla del río, ya en Quebec, está el Museo de las Civilizaciones, en el que se puede conocer paso a paso la historia de Canadá.
Vista desde el Museo de las Civilizaciones - Gatineau |
Imagen de los billetes de 20$ CAD - Museo de las Civilizaciones |
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