martes, 29 de octubre de 2013

Downtown Toronto

Antes de empezar a hablar de viajes contaré algo más de la que ha sido mi base de operaciones este último año y, en concreto, de su zona centro o downtown.

Cuando al llegar desde el aeropuerto salí del metro por primera vez, en una de las calles más céntricas de la ciudad, me esperaba ver rascacielos y me encontré con una calle de casitas de dos o tres pisos con tiendas... raras y restaurantes de todo tipo. La calle resultó ser Yonge Street, que divide la ciudad en este y oeste y que es mencionada en el Libro Guiness de los Récords gracias a sus 1.896 km. de longitud (no me preguntéis a dónde llega, a mí también me cuesta creerlo). En un principio me pareció horrible pero me la he pateado tantas veces que ya hasta les he cogido cariño a los trabajadores que gritan desde la puerta de sus tiendas para intentar convencerte de que entres en esa especie de mercadillos. Volver a casa con hambre y subir la calle con la variedad de olores de todos los restaurantes que hay sin caer en la tentación puede ser un suplicio.

Yonge Street
Bajando Yonge Street llegamos a Dundas Square, lo que sería el Times Square de Toronto (en miniatura), una de las plazas más transitadas de la ciudad. Por la noche destacan sus carteles luminosos y, por el día, te puedes encontrar conciertos, películas al aire libre, mercadillos, puestos de comida, manifestaciones, estatuas vivientes, un grupo de amish cantando, un señor asustándote con una campanita... depende del día, los fines de semana suele ser intransitable.

Dundas Square
Desde Dundas Square se puede entrar a uno de los lugares en los que, ya antes de llegar, sabía que iba a pasar más tiempo: el Toronto Eaton Centre, un centro comercial con más de 230 establecimientos en el que me ha costado varios meses situar mis tiendas favoritas sin perderme. 

Al otro lado del Eaton Centre está Nathan Phillips Square, la plaza donde están los ayuntamientos viejo y nuevo, en la que también suele haber conciertos, festivales y celebraciones de todo tipo, también tiene una fuente que en invierno convierten en pista de hielo.

Old Town City Hall - Nathan Phillips Square

El ayuntamiento actual fue inaugurado en 1965 y tiene una forma muy peculiar, que hizo que en un principio recibiera muchas críticas por su excesiva modernidad. El alcalde de Toronto es un personaje muy cómico al que los habitantes de la ciudad quieren y odian por igual. En este vídeo del programa de Jimmy Kimmel de los US os podéis hacer una idea de la imagen que se tiene de él: Toronto Mayor Rob Ford Good for Tourism.

City Hall Toronto
Al adentrarse en el centro financiero de Toronto nos encontramos a un montón de gente trajeada y aquí sí que ya empiezan los rascacielos, da igual cuantas veces pase por allí, seguiré mirando hacia arriba como el primer día.


Rascacielos en la zona financiera
CN Tower
La atracción más conocida de todo Toronto es la CN Tower, visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Con sus 553 metros de altura es la sexta estructura independiente más alta del mundo y la más alta de Norteamérica. Aunque no es precisamente barato, merece la pena subir, compensa comer/cenar en el restaurante giratorio en el que poder disfrutar de las vistas durante horas sin moverte de la silla. El mejor momento para subir, como de costumbre, es al atardecer, para poder ver las vistas tanto de día como de noche. Y sí, desde ella se ve lo que estáis pensando ;)

CN Tower
Torontontero!

viernes, 25 de octubre de 2013

Niagara Falls

Una de las mejores excursiones para hacer desde Toronto es la de las cataratas del Niágara. Aunque seguramente no tan impresionantes como otras, por el paisaje que las rodea, la visita sin duda merece la pena.


Cataratas del Niágara - Lado canadiense
Las cataratas se encuentran en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá, a un lado están las American Falls y, al otro, las canadienses Horseshoe Falls, que ajustan los distintos niveles de agua entre los lagos Erie y Ontario.


Horseshoe falls - Lado canadiense

Para llegar a ellas desde Toronto, si no se quiere alquilar coche, se puede ir directamente en bus con compañías como Megabus o Greyhound, que en aproximadamente una hora y media nos dejan a un paseo de 15 minutos de las cataratas. Otra opción es la de reservar alguna de las excursiones de empresas como ISX o Toronto Tours, que organizan excursiones de un día, parando también en el pueblito de Niagara on The Lake o en alguna de las bodegas de la zona de Niágara.

American Falls - Lado estadounidense
Una vez allí, una de las principales atracciones es el barquito Maid of The Mist, con el que puedes adentrarte en las cataratas y... empaparte. De poco sirve el chubasquero azul que dan estando a escasa distancia de la caída cuando el agua entra por todos los lados del barco y si intentas resguardarte... te perderás lo mejor. El Maid of The Mist solo funciona de mayo a octubre y algunos fines de semana festivos.


Maid of The Mist acercándose a las Horseshoe falls

Desde el Maid of The Mist
Gracias a mis excursiones con diferentes personas, he visitado las cataratas ya varias veces y cuando más me impresionaron ha sido en febrero, desafiando el invierno canadiense y sus temperaturas bajo cero, con parte del lago congelado y nieve entre las cataratas.

Vista de las cataratas con nieve
Lo más destacable de la zona, además de las cataratas y sus 57 metros de caída, es todo lo que las rodea, tanto canadienses como americanos tienen montado un buen negocio a su alrededor. En el caso de los canadienses puedes encontrar casinos, los típicos Hard Rock Café y Planet Hollywood... y la calle Clifton Hill, que parece un mini Las Vegas, llena de establecimientos de comida rápida, mini parques de atracciones, museos del terror y de cera, etc.

Casino, hoteles & Hard Rock Café en el lado canadiense

Clifton Hill en el lado canadiense




Clifton Hill
Clifton Hill
En junio de 2012, el funambulista Nik Wallenda cruzó las cataratas del Niágara, podéis ver el vídeo en el siguiente enlace: http://www.youtube.com/watch?v=Ka2vnJWQxyo
Es impresionante!

lunes, 21 de octubre de 2013

Welcome to TO!


Toronto.- Hace ya un año que llegué a esta ciudad, un año lleno de nuevas experiencias, nuevas amistades, trabajo y, sobre todo, viajes. Para celebrarlo, me he decidido a plasmar a través de mis propias impresiones y fotos una pequeña parte de todo lo que he visto y vivido en estos 12 meses en Norteamérica, y que resultará útil a aquellos que estén interesados en visitar esta parte del mundo algún día.

Cuando llegué a Toronto no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, una de las cosas que más me llamó la atención fue la diversidad cultural de sus calles, en un par de pasos te podías cruzar con un árabe, un chino, un indio... las primeras semanas no sabía si estaba en España, Canadá o en cualquier otra parte del mundo. También la mezcla urbanística fue chocante y me sorprendió que, en general, es todo muy caro.

La ciudad de Toronto está situada en la orilla norte del lago Ontario. El centro está formado por una mezcla de edificios de oficinas, arboladas calles residenciales, zonas comerciales y lo que, viniendo de una ciudad pequeña como Pontevedra, más llama la atención en un principio… los enormes rascacielos. Pasar del tercer piso de un edificio de 7 plantas a estas vistas desde el penúltimo piso de uno de 28 puede ser impactante.


Vistas del downtown de Toronto, piso 27

 El downtown de Toronto es pequeño en comparación con otras ciudades de Norteamérica pero, alrededor del mismo, hay una infinidad de barrios residenciales que forman la GTA (Greater Toronto Area), con 5 millones y medio de habitantes. Es una de las ciudades con mayor diversidad cultural del mundo, con razón los primeros días estaba tan desconcertada... es increíble ver cómo conviven en la misma ciudad culturas tan diferentes sin ningún tipo de problema. Esto, además de darte la oportunidad de conocer a gente de cualquier procedencia, hace que la ciudad esté llena de restaurantes de todo tipo y barrios en los que parece que cambias de país al adentrarte en ellos (Chinatown, Little Italy, Greek Town, Korea Town, Little Portugal...).

Chinatown

A los canadienses les gusta mucho pasar tiempo al aire libre (los meses que el tiempo se lo permite), es recomendable aprovechar el buen tiempo para visitar alguno de los parques de la ciudad (High Park, Queen's Park...) o acercarse en ferry a las islas de Toronto donde, además de disfrutar de playas y parques, se tienen unas vistas increíbles de la ciudad.

Vistas de la ciudad desde la isla de Toronto

La ciudad está planteada en forma de cuadrícula por lo que, conociendo las calles principales, es muy fácil situarse. La mejor manera de moverse por la ciudad (además de andando o en bici si vives en el centro) es el TTC (Toronto Transit Commission) que incluye la red de metro, buses y tranvías (streetcars). El metro solo tiene 2 líneas por lo que si hay que ir a algún sitio alejado lo normal es que haya que hacer ‘transfer’ a bus o tranvía. Para usar el transporte público se usan ‘tokens’, pequeñas moneditas doradas y plateadas (muy fáciles de perder), se pueden comprar por 2,65$ (comprando más de 3 en las máquinas de las estaciones de metro) o pagando directamente 3$ a la entrada del bus/streetcar. Si queremos comprar el metropass de un mes la cosa sube algo más de precio ya que cuesta 128,50$.

Streetcar a su paso por Chinatown


Mosaico con nombres de estaciones de metro en Toronto 

Lo único malo que se me ocurre, además del laaargo invierno, es lo caro que es todo, si ya nos parece caro el precio inicial en dólares, a ese precio hay que añadirle tasas y propina (por la que los camareros se pondrán MUY pesados y que normalmente es de un 13%), lo que puede hacer que una simple pinta de cerveza te salga por 8 dólares.

En el último ranking de las mejores ciudades para vivir de 'The Economist' Toronto fue votada como la cuarta mejor, por ello, y por su estratégica situación para viajar, no me puedo imaginar un destino mejor para vivir esta experiencia.